Impotencia: la importancia del apoyo de la pareja

 

La impotencia, conocida médicamente como disfunción eréctil, es un problema de salud mucho más frecuente de lo que suele pensarse. Según estimaciones científicas, la mitad de los hombres entre 40 y 70 años la padecerán en algún momento de su vida. No obstante, si bien los casos aumentan con la edad, puede darse a cualquiera de ellas.

Algunas de las causas más frecuentes de la disfunción eréctil son trastornos vasculares, problemas mentales e incluso enfermedades tan conocidas como la diabetes. Afortunadamente, también son varias las formas de tratarla y en ellas tiene un importante papel el apoyo de la pareja. No hace falta decir que la comprensión de esta es fundamental.

En este sentido, una de las terapias más recomendadas por los psicólogos es dejar de lado la penetración. Frente a estereotipos, hay muchas formas de disfrutar de la sexualidad sin tener que llegar a aquella y, en definitiva, al orgasmo.

Además, la pareja puede pensar que, ante un problema de disfunción eréctil, es mejor evitar los encuentros sexuales creyendo que se va a fracasar.

Pero el efecto de tal estrategia es contraproducente: cada vez que se elude, se aumenta el problema. Simplemente, hay que propiciar los juegos eróticos y, si se produce la erección, perfecto. Pero, de lo contrario, no pasa nada, es decir, hay que dar rango de normalidad a la situación.

Como decíamos, una de las causas de la impotencia es mental y, por tanto, lo que debe hacerse ante el problema es reducir la ansiedad que puede generar. Y dar rango de normalidad a las relaciones sexuales es la mejor forma de hacerlo. En definitiva, el apoyo de la pareja resulta esencial en los casos de disfunción eréctil.

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