Un dilatador es un dispositivo ginecológico que se utiliza para tratar diversos problemas del suelo pélvico, tales como el acortamiento y la pérdida de elasticidad de la vagina y la dispareunia. Por lo general, estos síntomas surgen debido a una cirugía, un tratamiento de radioterapia o una disfunción sexual conocida como vaginismo.
La terapia consiste en introducir dilatadores de distintos tamaños en la vagina. Para ello, deberás lubricar o humedecer el dispositivo y acostarte boca arriba con las piernas flexionadas y levemente separadas.
Para empezar, tienes que insertar el dilatador más pequeño hasta donde sea posible y dejarlo en dicha posición durante un máximo de 10 minutos. A continuación, sin retirarlo de la vagina, deberá moverlo adelante y atrás un total de veinte veces. El procedimiento se repite 3 veces a la semana.
Dos semanas después de iniciado el tratamiento o incluso antes, será tiempo de pasar al siguiente tamaño. Para ello, tendrás que introducir el dispositivo que estás usando actualmente durante un máximo de cinco minutos, y después cambiarlo por el modelo más grande. A partir de ese momento, los ejercicios serán idénticos a los del paso anterior.
Este proceso se repite una y otra vez hasta llegar al dilatador más grande. En este punto, ya podrías considerar la posibilidad de reanudar la intimidad. Con esta terapia y la ayuda de tu ginecólogo, la calidad de tu vida sexual mejorará considerablemente.