El cuerpo de la mujer va cambiando continuamente durante toda su vida, pasando por diferentes períodos y viviendo en ocasiones momentos tan especiales como el parto. Sin embargo, lo más adecuado es llevar bajo control todos estos cambios haciendo una visita ginecológica. No esperes a ir cuando sientas molestias agudas o dolores continuos, pues así podrás prevenir patologías y males mayores. Un/a especialista te podrá orientar en todo momento e indicar los tratamientos más adecuados a las particularidades de tu cuerpo.
La consulta debe convertirse en un lugar de comunicación, un espacio en el cual consultar dudas y solicitar ayuda médica. Solo una persona capacitada podrá darte las pautas para curarte o aconsejarte sobre tu rutina ginecológica. Allí te abrirán un expediente con toda la información sobre tus hábitos de vida diarios. Esto supone una gran ventaja, ya que cada vez que vuelvas tendrán a mano toda la información necesaria de tu historial clínico para tratarte a partir de ella.
¿Cuántas veces se recomienda ir a la consulta? Basta con ir una vez al año. Durante la visita se explorará tanto la zona interna como externa vaginal. En el caso de la zona interna, el/la especialista empleará el material adecuado para una mejor visión, como las ecografías o los espéculos. Por otra parte, además de una exploración genital, siempre se puede aprovechar para hacer una revisión de mamas, sobre todo después de los 40 años.
Una revisión médica es el mejor consejo para ti, no solo porque puedes tratar cualquier problema reciente, sino incluso aquellos que están por desarrollarse. La mejor forma de cuidarse en salud siempre es la prevención y para ello es necesario una revisión regular.