Ginecología

Las molestias vaginales que las mujeres pueden llegar a experimentar son diversas, y dependen de ciertos factores puntuales que pueden llegar a causarlas. Dentro de los problemas más comunes que ellas enfrentan, podemos hablar de la contracción involuntaria de los músculos que rodean la vagina y que se conoce como vaginismo, ocasionando cierta incapacidad de las paredes vaginales de abrirse.

También existe la hipertonía del suelo pélvico, que se refiere a la musculatura tensa que imposibilita la flexibilidad. Otra de las afecciones comunes es el dolor intenso durante el coito. Frente a estas situaciones que generan incomodidad y preocupación, la ginecología ofrece, entre sus tratamientos, los dilatadores vaginales.

¿Qué son dilatadores vaginales?

Se trata de dispositivos de terapia progresiva que ayudan a relajar los tejidos permitiendo una mayor flexibilidad de la vagina. Son prescritos por un especialista, y no tienen nada relacionado con la búsqueda de placer, sino que su uso está enfocado como un tratamiento médico.

Los dilatadores vaginales buscan mejorar los problemas femeninos antes mencionados, para que ellas consigan tener una vagina más sensible, y tener, entre otras cosas, relaciones sexuales menos dolorosas.

Los dilatadores vaginales también pueden usarse si:

? Se ha recibido tratamiento de radioterapia vaginal o en zonas cercanas, ya que el dilatador ayuda a evitar que las paredes vaginales se adhieran entre sí.

? Ha habido una reconstrucción vaginal para favorecer su proceso de curación.

? Tratamiento de Dispareunia: Para evitar la irritación vaginal después del coito, dolores fuertes, ardor, entre otros.

Cómo se usan

Ante esta problemática, el uso de dilatadores vaginales tiene un nivel de eficacia bastante elevado. Aunque en algunas mujeres pudiera generar ciertas molestias o incomodidad, con este tratamiento ellas podrán ir desarrollando un mayor control sobre los músculos de su suelo pélvico.

Otros beneficios relacionados son: la reducción de la tensión muscular o espasmos propios de la vagina, la relajación de los tejidos cicatrizados si ha habido una intervención, y mejora de las sensaciones físicas, disminuyendo el dolor luego de una relación sexual.

Por lo general, los dilatadores vienen en packs con diferentes tamaños para que el tratamiento a realizar se vaya haciendo de forma gradual. Los más recomendados son los de silicona médica, y se deben colocar en un momento de intimidad, luego de recibir las debidas instrucciones por parte del especialista.

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