Es posible que luego de algunas intervenciones (cirugías pélvicas, después de un parto asistido o la aplicación de radioterapia localizada), las relaciones sexuales para la mujer o inclusive los exámenes vaginales de rutina pueden volverse incómodos y dolorosos. En el caso de las relaciones íntimas, esto se conoce como dispareunia. Lejos de ser un problema con el que debe lidiar toda mujer y acostumbrarse, existen varias técnicas destinadas a mejorar los síntomas de forma segura, progresiva y cómoda, incluyendo el uso de los novedosos dilatadores vaginales.

Se trata de objetos alargados de diversos tamaños, hechos con silicona médica, que se acoplan perfectamente al trayecto de la vagina. Lógicamente, existen diversos tamaños disponibles en un atractivo set comercial que deben usarse de forma escalonada para evitar lesiones. Para esto, se recomienda lubricar el dilatador con un poco de gel a base de agua, e introducir lentamente por la vagina hasta sentir que se ha llegado a un punto máximo. En ese momento, debe esperarse unos 8-10 minutos con el dilatador puesto para que la cavidad pueda acostumbrarse y expandirse de acuerdo al tamaño del objeto, teniendo que retirarse lentamente al culminar ese tiempo.

Dicho procedimiento debe hacerse tres veces a la semana, y al culminar dos semanas de tratamiento este debe ser cambiado por uno de mayor tamaño. Durante este tiempo, usted podrá tener relaciones sexuales salvo prohibición explícita por parte del médico, por lo que recomendamos consultar antes de empezar el uso de los dilatadores. En todo caso, se trata de una técnica segura y con enormes beneficios para la mujer.

Ginecologia

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