Sondas Vaginales

Los ejercicios para fortalecer el suelo pélvico se recomiendan no solo a las mujeres que desean recuperar el tono de la zona tras el parto, sino a todas aquellas que, por motivos de diversa índole, comienzan a experimentar dolor o problemas de incontinencia. Es más, resulta aconsejable anticiparse a los efectos de la propia edad y ejercitarse en este aspecto, pues unos músculos de la vagina que estén fuertes y puedan ser fácilmente manejados favorecen un parto sin complicaciones y una vida sexual más plena y libre de molestias.

Cuando nos decidimos a practicar gimnasia fortalecedora del área pélvica, es todo un acierto contar con la ayuda de sondas vaginales que potencien el efecto que buscamos. Al trabajar sobre un área específica y concentrarse en ella, este tipo de aparatos hará que recuperemos de un modo más rápido y seguro la forma y el tono originales de la vagina. Su acción siempre acompañará a los ejercicios que hagamos con sus repeticiones, que deben ser ensayados hasta que la técnica se perfeccione.

La práctica física recomendada para reeducar el suelo pélvico, también conocida como ?ejercicios de Kegel?, y que irá acompañada de electroestimulación, consiste básicamente en una serie de contracciones de distinta duración e intensidad. Así, hablamos de contracción lenta, contracción rápida, contracción en ascensor y contracción en onda. Alternando las distintas modalidades, nuestro objetivo será contraer los músculos para después relajarlos pasando de un ritmo lento y sostenido a uno más rápido, respetando siempre el número de repeticiones preestablecido.

Al llegar a dominar la técnica de las contracciones rápidas y lentas podemos pasar a la contracción en ascensor y en onda, que requieren un mayor conocimiento de la anatomía vaginal y gran disciplina pero, a su vez, garantizan grandes resultados en la lucha contra las pérdidas de orina u otras afecciones. Aquí, debemos ir ?subiendo niveles? en las contracciones, visualizando cómo trabajamos los músculos de la zona partiendo de los inferiores hasta llegar a los superiores.

Cuando usamos sondas vaginales en nuestra gimnasia Kegel, las pequeñas descargas eléctricas enviadas por la sonda se dirigen al músculo concreto sobre el que se aplica, reforzando significativamente el efecto recuperador de la contracción voluntaria que realizamos. Entre los principales beneficios se cuentan la tonificación y el fortalecimiento muscular, que combaten la incontinencia, el dolor y el deterioro celular causado por algunas enfermedades.

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