La disfunción eréctil es una de las consecuencias de la prostatectomía. El empleo de bombas de vacío es de enorme utilidad. Se comentan sus características y ventajas.

¿En qué consiste una bomba de vacio?

En un tubo donde se introduce el pene terminado en un dispositivo que permite controlar la presión correspondiente. Al contrario que ocurre con otro tipo de modelos, las empleadas para la rehabilitación no incluyen un anillo constrictor en su base. Simplemente, se ajusta sobre el pubis y se ejerce la presión recomendada por el especialista.

¿Cuáles son los beneficios de su uso?

Son diversos, por lo que resulta más eficaz ordenarlos en un listado explicativo como el siguiente:

• Pueden utilizarse a partir de los 30 días de la operación salvo que el urólogo indique lo contrario.
• Es imprescindible emplear un modelo específico para la rehabilitación de una prostatectomía. Con cinco minutos al día es suficiente para recuperar la tensión de los cuerpos cavernosos.
• Se adapta muy bien a casos críticos y facilita su uso hasta cinco veces al día.
• La estimulación ha de llevarse a cabo durante un mínimo de seis meses y un máximo de 12 tras la intervención.

Debe subrayarse que no son aconsejables si se toman medicamentos para evitar la coagulación de la sangre. En estos casos, habría que buscar una alternativa. En el resto, nada mejor que confiar en productos específicos y homologados para devolverle al miembro viril su funcionalidad progresivamente.