La bomba de vacío es un dispositivo médico especialmente indicado tras las operaciones en la pelvis menor y la prostatectomía radical, que interviene sobre el órgano reproductor masculino. El dispositivo actúa sobre los cuerpos cavernosos del pene, mejorando la erección y la posible incontinencia urinaria que se produce tras la intervención quirúrgica. En el caso de la enfermedad de La Peyronie, afección estrechamente vinculada con la desviación o la curvatura del mismo, la bomba permite tratar su deformación mediante su uso en un período determinado.
Cómo funciona la bomba de vacío. El dispositivo consta de un cabezal de bomba y un cilindro, ambos de policarbonato. La presión en torno al pene estimula el flujo sanguíneo de los cuerpos cavernosos, propiciando la erección. Los cuerpos cavernosos son unos conductos que se extienden a lo largo del órgano reproductor, desde el pubis hasta el glande, compuestos de un tejido muscular esponjoso. Al producirse la presión, la sangre fluye a través de estas estructuras, oxigenando los vasos sanguíneos y mejorando la musculatura. Con este sistema se impide la creación del tejido conjuntivo no elástico, que favorece la disminución de la longitud y la circunferencia del pene. Estos ejercicios de estimulación son muy importantes, ya que una afección prolongada puede conducir a una atrofia, anulando la capacidad de erección.
El dispositivo es sencillo de limpiar. Con jabón y agua tibia, y la aplicación de un paño húmedo para la para la parte exterior del cabezal, la bomba de vacío estará preparada para un nuevo uso. Para las contraindicaciones lo mejor, como siempre, es consultar con nuestro médico.

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