La disfunción eréctil es una dolencia que afecta en nuestro país al 10% de los hombres, porcentaje que aumenta proporcionalmente entre los 40 y 70 años situándose por encima del 30%. Las causas no siempre obedecen a factores psicológicos. En muchas ocasiones son las enfermedades de origen orgánico las que afectan al vigor del miembro viril.

Es por eso que nuestras bombas de vacío vienen a intentar solucionar con óptimos resultados estos desajustes orgánicos que nos impiden mantener una buena y duradera erección. Sea cual sea tu condición fisiopatológica nuestra bomba de vacío promete no interferir ni ocasiones efectos adversos indeseables.

Mediante un mecanismo muy sencillo, que consiste básicamente en crear una presión negativa que facilita que la sangre fluya hacía los cuerpos cavernosos del pene, seremos capaces, mediante un sistema añadido de anillos que evita el retorno del flujo sanguíneo, de conseguir una erección sin el uso de los tan, en muchas ocasiones, fastidiosos fármacos que tantas contraindicaciones tienen.

Es posible recuperar la calidad de vida previa en lo que se refiere a relaciones sexuales satisfactorias. A pesar de la seguridad de nuestro ingenio, existen una serie de contraindicaciones para determinados grupos poblaciones con patologías concretas, por eso no es menos cierto que siempre debe usarse con la debida precaución y a ser posible con el visto bueno previo de un facultativo.

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