La impotencia es un mal que cada vez afecta a más hombres. Son muchos los factores que influyen a la hora de poder tener y mantener una erección, y muchos de ellos están asociados al frenético día a día de las sociedades actuales.

La impotencia puede ser un problema que bien puede ser temporal o permanente, pero en ambos casos existen métodos de ayuda. Las bombas de vacío están consideradas uno de los mejores sistemas para lograr la erección, y es que actúan de manera externa, indolora y sin efectos secundarios. Su funcionamiento permite llevar la sangre al pene, y mantener así los músculos de la zona activos y elásticos.

Convivir con esta alteración del sistema reproductivo es posible, aunque quienes la padecen necesitar apoyo psicológico. Lo esencial en estos casos es tratar el problema de manera aislada, y no asociarlo a una falta de masculinidad o de capacidad del individuo. El miembro debe verse como un músculo más del cuerpo y, como tal, puede atrofiarse y ejercitarse en función de las circunstancias. El trabajo constante, tanto a nivel mental como físico, es esencial para mejorar la situación del paciente.

Entender por qué un hombre sufre impotencia pasa por estudiar los motivos personales de estrés, de frustración o de miedo a las relaciones sexuales. Una vez detectados estos factores, lo correcto es afrontarlos uno a uno y buscar soluciones. El afectado, además, puede progresar más rápidamente si combina la terapia psicológica con el ejercicio de la zona, mediante el uso de bombas de vacío adaptadas a él.